El proyecto de cooperación realizado con la financiación del Ayuntamiento de Godella terminó el pasado mes de julio con los objetivos cumplidos: mejora de las capacidades técnicas artesanales de dos grupos de mujeres con diversidad funcional en Casamance (Senegal).
La ONG DEXDE Design For Development, que lleva trabajando desde 2014 en la región de la Casamance con grupos de mujeres artesanas con diversidad funcional (discapacidades motoras), ha realizado este año un proyecto específico con la colaboración y financiación del Ayuntamiento de Godella.
La finalidad del proyecto mantiene con la línea de trabajo de DEXDE, esto es, la mejora de la calidad de vida de las mujeres de la región de Casamance a través de un trabajo digno. Este proyecto estaba centrado en los grupos Kalamisoo (Oussouye), con el que DEXDE trabaja desde 2015, y G.I.E Kanot-wah, con el que DEXDE trabaja desde 2017.
La discriminación en la diversidad funcional
En la sociedad senegalesa, donde el trabajo está principalmente relacionado con las tareas en el sector agrario, las mujeres con diversidad funcional no logran acceder a los puestos de trabajo y por tanto sufren una discriminación múltiple. En primer lugar por su situación de pobreza (sin recursos en una de las regiones más pobres de Senegal), en segundo lugar por su discapacidad (falta de oportunidades económicas, de formación y de empleo en una sociedad que relega a las personas con discapacidad al rol de la mendicidad, siendo dependientes de sus familias) y además en el caso de las mujeres, se acentúa su discriminación por su condición de mujeres discapacitadas (en un sociedad en dónde la mujer es la responsable de los trabajos de las casa, encontramos que el 88% son solteras – algo muy excepcional en esta región de África – siendo además que un gran porcentaje de ellas son madres solteras).
El proyecto por fases
En este proyecto DEXDE se ha implicado en todas las fases, desde el diseño hasta las diferentes formaciones de producción y venta. El primer papel del equipo DEXDE es la realización de un estudio de propuestas para los grupos productores ya que no todos cuentan con las mismas condiciones, materiales y conocimientos. En este proyecto se propuso la creación de seis productos nuevos para cada grupo, en los que participaron también voluntarios de la ONG presentes en Senegal como Ángela Pérez o Laura Delgado.
Las mujeres aprendieron nuevas técnicas para diversificar su producción y sobre todo realizar nuevos productos y dinámicas de grupo y mejorar como asociación. También recibieron talleres de comercialización para poder llevar a cabo el proceso de forma independiente de principio a fin, un aspecto clave para la viabilidad de su trabajo.