Con interrogante, sí. Para la celebración del día de África que hoy se celebra a nivel internacional, pensamos en preguntar a las personas con las que trabajamos día a día, tanto a las mujeres senegalesas como a otros cooperantes, voluntarios y otras personas que han viajado y conocen parte del continente, qué era para ellos y ellas el día de África. Nos propusimos reconstruir una definición de África con los testimonios de estas personas, cogiendo partes de aquí y de allí. El día de África es cada vez más conocido en Europa, donde se realizan jornadas dedicadas a este continente, con charlas y actividades de sensibilización sobre la cultura y la realidad del continente. No pretendemos cuestionar aquí la pertinencia del día de África, tal vez solo preguntarnos, ¿es realmente un día para África? Hablando con las mujeres senegalesas con las que trabajamos les preguntamos también qué era para ellas el día de África y el continente en sí. “No sabía que había un día de África”, contestó Elisabeth, del grupo Kalamisoo. “No sabía que se celebraba un día para el continente”, dijo Gloria, del mismo grupo. “No tenía ni idea, de todas formas es algo creado imagino por los políticos, son ellos los que se aprovechan de días como este para ganar la confianza de la gente, y así piensan que hacen cosas por ellos”, comentaba Aicha, una de nuestras compañeras de trabajo en Oussouye. Así que dejamos de preguntarnos qué era este día y más bien saber qué era África, qué significaba para ellas y ellos, para las personas que viven el día a día del continente. Y con todas las respuestas construimos un mapa que se acerca a lo que este día podría ser: un día hecho por y para las personas. Un día agridulce, donde salen a flote todas las emociones buenas y malas que el continente provoca al andar sus calles de tierra desde el primer momento. La primera vez “Llevo una semana en Senegal y me resulta difícil decir con palabras todo lo que está siendo para mi esta África. Mis ojos siguen muy abiertos, tratando de no perder ni un detalle. Me he encontrado un lugar donde la naturaleza es impresionante, paisajes donde los contrastes entre belleza y pobreza te dejan sin palabras. Pero sobre todo me he encontrado con gente, mujeres en su mayoría, con una fuerte capacidad de aceptación y superación que me sobrecoge”, comenta Ana, educadora valenciana que visita el proyecto de DEXDE en Senegal. La mirada sensorial Para Francesc Roig, diseñador e ilustrador que estuvo en Mali y Senegal trabajando con artesanos: “cada vez que describo con palabras mi experiencia sobre el África que conozco, siento que dejo escapar parte de la esencia que me hace comprender esa realidad. Quizá entre los matices de las siguientes palabras, pueda entreverse algo parecido a lo que representa este lugar para mi: Origen. Tiempo. Tierra. Vida, Color. Sed”. Ellas, ellos “África es esa señora que cada día dejaba un plato de arroz en el quicio de mi puerta. Madre de tres niñas, su marido les dejó por la segunda y tercera esposa y ahora cada día vende rosquillas en el mercado para poder ganarse la vida”, así describe Santiago Rodriguez, cooperante de la ONG AIDA. “África es ese anciano viejo combatiente que ponía la radio a las 7 de la mañana y no la apagaba hasta las 10 de la noche. Como no le quedaba familia, los vecinos cuidaban de él y había días que los pasaba enteros bailando con los niños del barrio. África es ese funcionario del Ministerio de Salud al que su familia le presionaba para conseguir más dinero y vendía los sueros de las Naciones Unidas a las farmacias privadas para poder ganarse un sobresueldo. La gente le miraba con admiración y respeto. África es ese estudiante de medicina que caminaba cada día cuatro kilómetros para ir a la escuela y estudiaba a la luz de vela. En su aldea todavía no se pueden creer que haya llegado tan lejos sólo caminando. África es esa niña que acaba de nacer y nos recuerda a todos los enormes desafíos que todavía se le presentan por delante”. La vida real Porque esos desafíos no se reflejan en las estadísticas que llenan nuestro conocimiento superficial del continente. “África es ese afán de superación ante las adversidades, es la vida real. En la parte que yo conozco, desde niños tienen que superar toda clase de dificultades que les vienen impuestas. Tienen que luchar mucho para conseguir lo mínimo. Y a pesar de todo, la gente tiene siempre su mejor cara para ofrecerte lo poco que tienen. Aquí he aprendido que los problemas son tan grandes como tú quieras hacerlos. Es vivir la vida real, pura sin prejuicios ni falsas necesidades”, comenta Jordi, coordinador de proyectos de DEXDE en Senegal. La cercanía “Fuera de los tópicos donde se encuentran grandes viajes y aventuras llenas de cautivadores selvas e impresionantes animales, para mi África, o mejor dicho, Senegal, que es lo que recientemente he visitado, es rural y cautivadora por lo cercana que te resulta la gente y su actitud siempre cercana y simpática. Donde existen muchos problemas pero, como los que podemos tener aquí, multiplicados por 10 eso si, pero donde nadie esta haciendo algo diferente a trabajar, salir con los amigos o simplemente tomarse una cerveza por la tarde. Yo me encontré como en casa sin intentar hacer cosas muy diferentes a las que haría en la mía”, destaca Jorge Valls, diseñador que ha estado visitando el proyecto en Senegal y también trabajó en Mali con artesanos. Un hogar “Senegal para mi es mi segunda casa, donde vas a veranear y trabajar, y a reencontrarte con viejos amigos. Andas por sus calles y te sientes como en casa: la gente te saluda, te conoce, te sientes arropada, pero a la vez te das cuenta de que te has sumergido en una cultura y un paisaje completamente diferente a lo que conocemos. En un sitio mucho más real, …