La pasada semana, el grupo Kalamisoo, el grupo de artesanas con el que trabajamos en Oussouye, recibió la visita de un grupo de mujeres españolas. Junto a la asociación Ethnic, organizamos un taller en el que las mujeres españolas, de visita por el sur de Senegal, pudieron aprender al lado de las mujeres de Oussouye cómo realizar cestas de artesanía con la hoja de palma (feuille de rônier). Ethnic es una asociación que diseña propuestas turísticas basadas en los criterios de sostenibilidad y responsabilidad turística con el objetivo de reforzar las economías locales, valorar los recursos naturales y dar a conocer la realidad social del país de destino.
“Queríamos hacer un viaje en el que pudiéramos estar de verdad cerca de las personas, conocer la cultura de la mano de los senegaleses”. Así nos contaba Rosa, de Barcelona, cómo habían terminado visitando la Casamance, la región del sur de Senegal y por qué decidieron viajar con Ethnic. “La Casamance nos pareció una zona más cercana, no queríamos viajar como simples turistas y cuando nos dijeron que podríamos hacer un taller con mujeres, nos pareció el viaje perfecto, justo lo que estábamos buscando y la verdad es que nos está sorprendiendo mucho”.
Las mujeres del grupo Kalamisoo hicieron de profesoras por un día, les ensesañaron todo el proceso para realizar una pequeña cesta, desde como se prepara la palma hasta diferentes formas de acabado. Las 6 mujeres empezaron aprendiendo el trenzado en una cesta ya avanzada, para luego ellas realizar la base y seguir con la cesta, para ello se les explicó también cómo añadir una palma para continuar, añadir la palma de color y, por último, cómo realizar el acabado de la misma.
Después del trabajo, todos comieron juntos en el taller. Comer alrededor de una mesa está lejos de las costumbres de este grupo. Así que todos se reunieron en cuatro grupos entorno a los platos para degustar el maravilloso Yassa Poulet, que habían preparado las artesanas del grupo Kalaamisoo.
Cristina, Rosa, Natalia, Esther, Miriam y Joana se sentaron junto a ellas, para trabajar desde el suelo, como hacen cada día, y mezclando palabras en francés y español, sonrisas, y valiéndose del idioma universal que son los gestos, consiguieron crear una pequeña cesta cada una. El grupo Kalaamisoo quedó tan agradecido por la experiencia que al final del taller decidieron tener un pequeño detalle y les regalaron a cada una de las participantes un pequeña pieza realizada por ellas mismas. Un recuerdo que llevar a casa de un día de aprendizaje, de intercambio, de cruzar fronteras y de viajar aprendiendo.